ANALIZANDO MI PRÁCTICA PROFESIONAL; CONCEPCIONES, ACTITUDES Y RELACIONES

“ANALIZANDO MI PRÁCTICA PROFESIONAL; CONCEPCIONES, ACTITUDES Y RELACIONES”

Por: Lidia Medina Basurto

La práctica educativa de los docentes es una actividad dinámica y reflexiva, que comprende los acontecimientos ocurridos en la interacción entre maestro y alumnos. No se limita  a los procesos educativos que tienen lugar dentro del salón de clases, incluye la intervención pedagógica ocurrida antes y después de los procesos interactivos en el aula. Antes porque desde el momento de realizar la planeación y diseñar situaciones didácticas hay que reflexionar acerca de las competencias con que cuentan los niños y hasta que grado las pensamos potencializar en la mañana de trabajo, reflexionar sobre la práctica docente invita a pensar en las acciones educadoras que se dan en los ambientes de aprendizaje. La actividad de diseñar  se refiere al proceso de planificar y esto implica darle forma y adecuarlo a las peculiaridades de la enseñanza. Es  decir que desde la manifestación de finalidades hasta la práctica, es preciso planificar los contenidos y las actividades con un cierto orden para que haya continuidad entre los propósitos  y acciones, es precisamente a través del diseño como se pretende salvar la distancia entre la teoría y la práctica.

En la vida cotidiana, no solamente existe un conocimiento implícito en la actividad práctica, sino que frecuentemente pensamos sobre lo que hacemos. A este componente del pensamiento práctico Schön le denomina reflexión en y durante la acción. Al analizar mi practica me pude dar cuenta que durante todo el proceso educativo realizamos un reflexión consiente o inconsciente de cada uno de los acontecimientos que ocurren dentro del salón, en un día cualquiera de trabajo  tenía contemplado realizar varias actividades que apuntaban a favorecer una competencia del campo formativo “pensamiento matemático” al final de la mañana me di cuenta que no todas se realizaron y algunas se llevaron a cabo de manera distinta a como se tenían planeadas esto porque desde mi punto de vista obtendría un mejor resultado si las realizaba  de esta manera, pues el profesor como elemento primordial del cambio educativo debe pensar en sus alumnos, en el proceso de enseñanza, en que los conocimientos no deben de acumularse sino aplicarlos a la práctica y transfórmalos en aprendizajes significativos y esto fue lo que me motivo a realizar dichos cambios. .

Desde siempre se ha buscado un docente reflexivo de su práctica, en el sentido de que cuando se le presente algún problema o inconveniente se detenga a pensar cuales son las mejores formas de resolverlo, continuando con mi practica considero que en el momento que decidí cambiar el rumbo de las actividades estuve llevando a cabo una reflexión,  Dewey menciona que hay reflexión cuando empezamos a indagar la fiabilidad, la valía de cualquier indicación, cuando intentamos examinar su valor y que garantía existe de que los datos disponibles apunten realmente hacia la idea que es sugerida de tal forma que se pueda justificar la aceptación de la misma. Durante la práctica docente los profesores nos enfrentamos a una serie de retos y problemáticas que en ocasiones son originadas por   el contexto escolar, desde la escuela, el alumnado y hasta todo el personal que labora en la institución.

Hay muchas situaciones que pueden afectar y a la vez beneficiar a los alumnos y a los profesores siempre y cuando las sepan manejar y utilizar, las actividades del día consistían en llevar a cabo un rally donde en cada “base” los niños deberían resolver o realizar alguna actividad para obtener la siguiente “pista” y llegar a una última donde podrían obtener un premio, la mayoría de las actividades me llamaron la atención y me gustaba la forma como las había planeado pues en ellas implicaba el juego como estrategia de aprendizaje además de utilizar otro tipo de conocimientos para poder llegar a una solución, la mayoría de ellas fueron de agrado para los niños ya que implicaba  el estar fuera del salón y las realizaron con gusto. La observación  elemento primordial en el proceso educativo fue la herramienta que utilicé para poder definir hasta qué grado los niños estaba interesados, de esto me pude percatar porque todos estaban participando en ellas y hacían comentarios sobre el desarrollo de las mismas.

Dentro de la sociedad y con los mismos docentes puede pensarse que la tarea educativa  es rutinaria y posiblemente tal afirmación no esté muy alejada de la realidad. Sin embargo, pese a toda la rutina que se le imprima a la actividad diaria de la escuela, las sorpresas y eventos no esperados obligan al docente a idear y poner en práctica una serie de estrategias que respondan a las situaciones presentadas en la escuela. La sorpresa lleva a la reflexión, misma que de alguna manera exige tener conciencia de tal o cual situación, en mi caso algunas actividades  fueron modificadas por el espacio,  los materiales y el tiempo previstos para este día, por ejemplo en una de ellas los niños tendrían que recortar y formar un rompecabezas y el lugar previsto era el salón pero si se realizaba esta actividad así se iba a perder el sentido del rally ya que los niños tendrían que trasladarse del lugar de esta base al salón y después a la inversa, así que  se realizo en la plaza cívica donde estaba la base, esta fue una decisión que tome en el momento de llevar a cabo la acción o como  mención shön fue una reflexión en la acción o sobre los fenómenos y los modos espontáneos y tiene uno que  ser capaz de establecer las razones para la acción, es decir, deliberar de acuerdo con esas razones.

Shön considera que como docentes debemos poseer una  racionalidad práctica en donde se conciba  al profesor como un práctico autónomo, un artista que reflexiona, toma decisiones y crea su propia intervención. No es ésta precisamente la actitud más común del docente que nosotros conocemos. Todos sabemos por experiencia que una práctica educativa se compone de situaciones complejas, inestables, inciertas y conflictivas. Pero como dice el dicho “la practica hace al maestro” y las destrezas profesionales se adquieren a partir de la reflexión entre la práctica y la teoría; las experiencias de aula son percibidas en relación con el contexto y con las metas planteadas; la metodología de trabajo se compara con la de otros colegas y se contrasta con la práctica, creo que las actividades que realice en este día fueron muy fructíferas tanto para mi, los alumnos y mis compañeras, pues al relatar mi experiencia en el colectivo de la escuela se me hicieron algunos comentario que pude tomar en cuenta para ocasiones posteriores, el llevar a cabo esta reflexión crítica me  permitió cuestionar los saberes en los que estaba  fundamentando la actividad docente y  posibilito la estructuración de nuevas estrategias para la acción. En este colectivo y mediante los comentarios de las compañeras surgió  la necesidad de dotarnos de un cuerpo de conocimientos teóricos que nos permita tener las herramientas necesarias para reflexionar sobre la práctica.

La reflexión compartida fue una estrategia propuesta por la directora y a todo el colectivo nos interesó pues nos llevo a realizar una  introspección sistemática y continuada que  nos permite ser más conscientes de aquello que estamos haciendo. Además, cuando compartimos nuestras reflexiones también abrimos las puertas a las percepciones y opiniones que otros puedan tener sobre nuestras prácticas. Con esta mirada compartida -propia y ajena- podemos encontrar una más completa descripción de lo que estamos haciendo; ganamos en perspectiva.

Reflexionando sobre nuestra práctica docente y compartiéndola con colegas  correremos menor riesgo de ser ese profesor tan malo que se va a casa pensando que es el mejor; igualmente, de esta manera evitaremos volver a nuestras casas lamentando haber dado una clase tan mala cuando, en realidad, hayamos hecho un gran trabajo y así lo hayan percibido nuestros estudiantes. Por ejemplo este día yo salí del jardín de niños muy satisfecha por lo que había realizado, hasta cierto punto me sentía la mejor educadora y pensé que todo está bien, pero al realizar mi diario de práctica y después en el colectivo comencé a ver que no todo estaba tan bien como yo pensaba ya que iban surgiendo pequeñas cuestiones que no tome en cuenta al llevar a la práctica mi plan de trabajo, como lo fue la variación en las actividades para los alumnos que tienen otras competencias.

Considero que como docentes todos los días aprendemos algo nuevo y aun falta mucho pero con el trabajo cotidiano se va logrando fortalecer esas competencias profesionales que se requieren para ser un docente que reflexione sobre su práctica y lleve a sus alumnos a reflexionar sobre los aprendizaje obtenidos para poder utilizarlos en su vida cotidiana pues la  reflexión implica "la inmersión consciente del hombre en el mundo de su experiencia", un mundo cargado de connotaciones, valores, intercambios simbólicos, correspondencias afectivas, intereses sociales y escenarios políticos.  Schön utiliza este término para referirse al conocimiento técnico, entendido como un componente inteligente que orienta toda actividad humana. Se manifiesta en el saber hacer, superior a veces a la verbalización que puede hacerse del mismo. El conocimiento está en la acción y lo revelamos a través de nuestra ejecución espontánea y hábil.